viernes, 11 de marzo de 2016

Carançà 2015: días de rebecos o isards.

Carançà 2015: día de rebecos o isards y muchas más cosas...
(26 de Agosto de 2015). 

Relato de una excursión de un día por el Alt Carançà en que lo más destacado fué la cantidad de rebecos que llegué a ver. Recuerdo 4 rebaños grandes y un par más pequeños, con un total de ejemplares que superó ampliamente el centenar. 

Para los que ya pintamos canas y llevamos años por Pirineos es un gustazo ver a tantos de estos animales. Cuando tenía 20 años los veías de higos a brevas y eran muy huidizos. La caza abusiva y las enfermedades diezmaron a tan característico mamífero de alta montaña. 

El rebeco, gamuza, ante, sarrio (en aragón) o isard en Catalunya es un bóvido (Rupicapra rupicapra) que habita las altas montañas de Europa hasta el Caúcaso. En invierno se suele retirar a los bosques, pero en verano lo hallaremos en los prados y crestas alpinas, 

El primer y mas numeroso rebaño me lo encontré nada mas coronar el coll de Nou Fonts. Acababan de despertarse y fueron extraordinariamente confiados. Os dejo una selección de imágenes. 


En el centro el Nou Fonts y a la derecha el collado homónimo. 

Coronando el collado tras unos buenos 600 m de desnivel. 

El grupo eran unos 30-40 ejemplares. 
A continuacion unos primeros planos. 







Alejándose sin prisa hacia la cresta. 

Parte del grupo, con más de 20 ejemplares. 

Bajando del Nou Fonts por la carena para luego ascender a la Torre d'Eina me volví a encontrar a un rebaño más reducido, pero con muy buena luz. Ahí van las imágenes. 

Bajando por la carena. Al fondo el Puigmal, el coloso de la zona (2900 m)




La ruta continua por la carena hasta coronar la Torre d'Eina, ya en territorio francés. Es un pico de más de 2800 m enteramente en territorio francés, mejor dicho, expoliado a Catalunya por el tratado de lo Pirineos, que nunca había ascendido.  

Torre d'Eina y a la derecha Pic del Boc. 

Agrestes crestas entre la Torre d'Eina y el Pic del Boc. 

Valle de l'Estanyet desde la Torre d'Eina. 

La idea inicial era acortar por l'Estanyet para volver hasta el coll de Nou Fonts, por volver por otro camino, pero la ruta no estaba clara y volví sobre mis pasos. En realidad se podía pasar perfectamente, pero me habría perdido a un precioso acentor alpino (Prunella collaris) en la misma cima del Nou Fonts. 



Tras descender al collado de Nou Fonts y ascender al Nou Creus continué la ruta hacia el coll de Carançà, no sin antes asomarme  al Estany Blau de Carançà y al Pic de l'Infern. Para mí es una tentación irresistible. Luego proseguí con el fuerte descenso hacia Coma de Vaca, por un camino que hacía más de 30 años que no recorría. 

El Nou Fonts des de el Nou Creus. 

Alt Carançâ. 

Estany Blau y Pic de L'Infern. 

. Coma de Vaca. Al fondo el Coll de Tres Pics y el Balandrau
 y a la derecha los Torreneules. 

Posiblemente una Gentiana campestris

Curiosa formación rocosa: parece una colada de lava...

Tras comer en el río en el fondo del valle con unos franceses muy simpáticos toca recorrer un sendero mas llano hasta el refugio de Carançà. Me encuentro otra vez con un par de rebaños  de rebecos bastante numerosos. Ahi van las fotos. 








No se acabaron aquí las sorpresas porque en el corto trayecto hasta el refugio pude disfrutar de otra variada fauna...


Jaça de Carançà. 

Collalba Gris (Oenanthe oenanthe). 

Marmota (Marmota marmota). 

Quebrantahuesos o trencalòs (Gypaetus barbatus). 


Tras una cerveza y una bolsa de patatas en el refugio que me sentaron de fábula tuve que subir hasta el Coll de Tres Pics, con nuevos grupos de rebecos por doquier. Ya pasaba de hacerles fotos. Además eran más desconfiados. 


Refugio del Ras de Carançà. 

Curso alto del Freser. Al fondo el Bastiments. 

Otro grupo de rebecos a medio camino del Coll de Tres Pics. 

El Bastiments (2881 m), uno de los colosos de la zona. 

Y aún me quedó un buen trozo desde el Coll de Tres Pics hasta Pardines. Primero flanqueando hacia el Serrat de la Canya para no perder altura, luego bajando al lado del Cerverís hasta la Pista de Ribas Altes, para tomar la carena hasta el Pla de la Caritat y bajar hasta Pardines. La última media hora de noche y sin frontal, pero afortunadamente por buen camino. Doce horas caminando y más de 1500 m de desnivel, pero disfrutando. 


Coll de Tres Pics a la izquierda. 

Últimas luces en el Pla de la Caritat. 

Bajando hacia Pardines la Collada Verda. 






lunes, 7 de marzo de 2016

Norte y Este de Portugal

Norte y Este de Portugal: Parque Nacional Peneda-Geres, Guimaraes, Amarante, Duero y Ruta de los Castillos (20-23 Junio de 2015). 

Tras León y Galicia, finalizamos en el Norte y Este de Portugal unos días de vacaciones en Junio del 2015. Tenía mucho interés en visitar el PN Peneda-Geres, que creo que fué el primer parque creado en Portugal. Está bastante turistificado y posiblemente lo más bonito es su periferia. Ha sufrido bastante el azote de los incendios y, de hecho, la parte que vimos más intacta fué al inicio, tras pasar la frontera, con un expectacular robredal. 

Tras cruzar la frontera por la Portela do Homen descendemos hasta Geres, con una abundante oferta hotelera y termal, donde nos alojamos dos dias en un apartamento. No vale la pena cocinar porque la comida es buena, barata y muy abundante. Al final aprendes a pedir media ración...El bacalao magnífico en cualquier modalidad. 

Hace un calor tremendo y la zona esta bastante llena de turistas locales, ya que al parecer es una zona muy popular. Los embalses cercanos están plagados de actividades naúticas y de gente. 


 Valle de Geres. A la derecha la Portela do Homen, por la que se accede al Galicia.

Vista del valle de Geres desde el Miradoiro da Pedra Bela. 

Una ruta bonita y recomendable es subir al mirador de Pedra Bela y seguir pequeñas carreteras locales hacia la parte este del Parque nacional. La ruta transcurre por frondosos bosques de coníferas y hay amplias posibilidades para el senderismo. 

Roquedos graníticos. 

Pareja de caballitos del diablo en amplexo (creo que se dice así...). 

Bonitos bancales. 

Uno de los ríos de la zona. Apetecía un buen baño. 

Acabamos la ruta en Pitoes das Junias. Es una zona en el límite del Parque Nacional, cerca de Galicia, con páramos y bosques, en la que disfrutamos más que en otro lugar de la naturaleza de la zona. No habían turistas en absoluto. Hasta tuve la esperanza de ver algun lobo. Con mucho la parte que más nos gustó. 

Camino de Pitoes das Junias. La zona esta bastante desforestada. 

Culebra viperina (Natrix maura). 

Tritón ibérico (Lissotriton boscai). 

Descansando tras nuestros manoseos. 

Abejero común (Pernis apivorus). 

Lavandera boyera joven (Motacilla flava). 

En Pitoes das Junias. 

Callejeando por sus calles. 

Iglesia de Pitoes das Junias. 

Característico hórreo, muy similar a los del norte de España. 

Páramos en los alrededores. 

La siempre presente dedalera o digital (Digitalis purpurea). 

Retozando en el barro. 

Libellula quadrimaculata. 

Nuestra siguiente parada fué en la localidad de Guimaraes. Una ciudad muy bonita con un centro histórico para recorrerlo sin prisas. Esta ciudad es especialmente importante por la batalla de San Mamede, el 24 de Junio de 1128, que puso fin a las aspiraciones del obispo de Santiago de Compostela de apoderarse del condado Portucalense. De hecho la batalla enfrentó a Alfonso I de Portugal contra su propia madre Teresa de León y el conde gallego Fernando Pérez de Traba, al que Teresa había cedido el Condado Portucalense, provocando la rebelión de sus habitantes. 
A raiz de este hecho nació Portugal como país, al incorporarse el Condado Portucalense, que ocupaba la mitad norte del actual Portugal. No tenía ni idea de estos hechos, que deben ser estudiados en los colegios de Portugal e ignorados en los nuestros. Os dejo sin comentaros una selección de imágenes de tan bonita ciudad. Absolutamente recomendable. 










La siguiente parada fué Amarante. Es una ciudad cruzada por el rio Tamega, con un núcleo histórico sobreelevado. Nos alojamos en la Quinta de Pousadela, muy cerca de Amarante, rodeados de viñas donde se elabora un estupendo vinho verde. Son varias casas muy bien restauradas, en las que vale la pena recalar y dejar pasar el tiempo con una copa de vino y jazz de música de fondo. Volveremos a ir sin duda. 











Quinta de Pousadela. 

Tras dormir y cenar estupendamente nos dirigimos hacia el Duero y sus afamados viñedos, con la intención de acabar en la zona de Castelo Melhor, con unas interesantes pinturas rupestres. De esta región es Inés Viera, nuestra magnífica residente de Medicina Familiar, ya cerca de la frontera con España. La idea era continuar hacia la ruta de los castillos o castelos, para acabar en Almeida, pueblo que está enteramente dentro de una fortaleza con forma de estrella. 
Empezamos con los viñedos en las laderas del Duero con los que se elabora el Oporto. Junto con el Madeira y el Jerez constituye la trilogía de los mejores vinos generosos del mundo. Por desgracia el control de su distribución de estas tres maravillas gustativas está en manos de los ingleses, como pudimos comprobar también en Portugal, con unos horrorosos carteles que nos recuerdan quien corta el bacalao...No se si en Portugal se emplea la misma expresión (espero tu respuesta Inés...)

Laderas del Duero o Douro. 

Lamego, con el santuario de Nossa Senhora dos Remèdios. 
No subimos sus 686 escalones...

Laderas y laderas de viñedos. 

Abandonamos el Duero para dirigirnos a Castelo Melhor. 

Última y rítmica visión de los viñedos. 

Entramos en unas comarcas mucho más secas, que nos recuerdan a España, con dominio de encinares, castigados por la sequía y los incendios, en un terrero abrupto, sin grandes desniveles, pero en el que continuamente subimos y bajamos. Al llegar a Castelo Melhor nos percatamos de que las cuevas están cerradas ese día, por lo que decidimos seguir visitando castillos para acabar en Almeida. 

Castelo Melhor. 

Rincón en Castelo Melhor. 

El siguiente castillo que visitamos fué Castelo Rodrigo. Fué uno de os que más me gustó de todos. Vale la pena perderse por sus callejas y disfrutar de sus rincones. Ahí van un puñado de imágenes. 









Acabamos la jornada en Almeida, muy cerca ya de la frontera española. De hecho todos estos castillos se contruyeron para defenderse de los españoles, aunque creo que nunca llegó a haber una guerra desde la batalla de San Mamede, muchos siglos antes. Almeida ya es una fortaleza más moderna, en forma de estrella, de las que hay muchas en España, reminiscencia de las invasiones francesas. Dormimos en el Parador. La hotelera que lo lleva nos comentó que iba a comprar mucho a España, que había dormido el Príncipe de Asturias y que a Leticia le había encantado la repostería. Ahí va una selección de imágenes, Ya vereís que muchas son de mis composiciones de color y formas. 
























Al día siguiente nos despedimos de los castillos y de Portugal con la visita a Castelo Mendo, que tuvo el honor, como recuerda una placa, de ser visitado por Mario Soares. Aquí nos compramos unas bonitas fundas de móvil de corcho. Os dejo con algunas fotos. Se comentan por sí solas. Atravesamos la frontera para visitar las Hoces del Rio Riaza, pero esta ya es otra historia.